El imperio de los paraísos fiscales

La Tax Justice Network, una red contra los paraísos fiscales, ha producido un vídeo muy interesante titulado The Spider's Web: Britain's Second Empire. La tesis es que el imperio colonial británico, cuando llegó a colapsar, resurgió esta vez como un imperio financiero. En este nuevo imperio, las plazas más importantes son las Bermudas, las islas Cayman, las Islas Vírgenes Británicas,... pero sobre todo la City de Londres.

La City de Londres es un barrio de la capital británica con casi total autonomía. Tiene su propio ayuntamiento cuyos cargos son elegidos por ¡las empresas de la City!, su propio cuerpo de policía, sus tribunales,... Todo para garantizar que los chanchullos están bien protegidos. En el vídeo se llega a decir que hay más lobbistas en Bruselas por parte de la City de Londres que si juntáramos todos los lobbies del resto de países europeos. Además, con este status de semiindependencia los británicos alegan que no pueden hacer nada contra la evasión fiscal. La realidad es que no les interesa, muchas veces son los propios políticos los que usan estos servicios. Al fin y al cabo, son cómplices.

El secreto de Reino Unido es una excelente combinación de regulación laxa y secretismo. 

Por un lado, los reguladores han fingido no ver lo que pasaba. El Banco de Inglaterra, consciente desde el inicio de este segundo imperio de lo que estaba pasando, llegó a afirmar en sus informes que "si cada vez que hay fraude cerramos un banco, habría menos bancos". Un ejemplo es el BCCI, un banco británico del que el Banco de Inglaterra sabía que estaba financiando el terrorismo porque había denunciantes que así se lo habían hecho saber, pero en su lugar miró hacia otro lado. Al final, el banco quebró. Pues nada, libertad para que hagan lo que quieran y total garantía a los banqueros de que no irán a la cárcel

Por otro lado, el secretismo. El éxito británico se debe en gran medida a la figura de los Trust (fideicomisos). Esta figura permite "ceder" los activos (dinero, inmuebles, obras de arte,...) a un tercero de manera que a la hora de pagar impuestos la persona en cuestión parece que no tiene patrimonio. Su origen se remonta a las Cruzadas, cuando los caballeros que se iban a luchar dejaban sus activos a un administrador de "confianza" (trust significa confianza en inglés). Lo peor es que cualquiera puede crear un Trust y no hay obligación de comunicarlos, luego el fisco no tiene forma de saber si realmente esa persona no tiene ningún patrimonio (ej: un yate) o si es que lo tiene a nombre un Trust (y aún así disfruta del yate). Son literalmente acuerdos invisibles, una argucia legal para separar la propiedad.

Nos encontramos ante una estructura creada a los intereses de unos cuantos. Para satisfacerles, se hacen cambios impresionantes. Por ejemplo, la Agencia Tributaria británica aprobó que las negociaciones de las declaraciones fiscales fueran individuales y a puerta cerrada. Esto permitió al director de la agencia negociar personalmente con las empresas, que recibieron cuantiosas devoluciones de impuestos. Alrededor tenemos también los satélites: las grandes firmas contables y asesorías.

Con esta red, ganan los evasores, que pueden pagar menos impuestos, traficar con armas, con drogas, sobornar, aportar a campañas políticas sin que se sepa,... y cualquier actividad ilícita que se nos ocurra (si no fuera una actividad ilícita lo que se hace en los paraísos fiscales, no existirían, se usaría el banco al que vamos todos. Si los paraísos fiscales existen es porque hay algo que esconder, está claro). También gana Reino Unido como país porque la libra se mantiene fuerte. Lo mismo pasa con el dólar (aunque el documental se centra en Reino Unido, Estados Unidos ha seguido una estrategia similar que se inició en los años 60 para traer de vuelta todo el dinero que salía del país por la Guerra de Vietnam).
 



¿Y quién pierde? Pues todos los demás. Para empezar la clase media, porque la financiarización de la economía implica paralamente una desindustrialización. El dinero se va a la especulación y no a crear empleo. Además, provoca más desigualdad en el mundo. Amenaza la democracia también porque los ciudadanos sienten que sus políticos no pueden hacer nada con sus problemas, lo que impulsa el populismo. Y pierden también los países menos desarrollados. A modo de ejemplo, las élites africanas sacan del país dinero para llevarlo a territorios offshore por una cantidad equivalente a más de cuatro veces la deuda africana.

Me gustaría acabar con una metáfora que usa el propio documental. Esto es como una mafia, no pegan tiros, pero han perpretrado al Estado para ponerlo al servicio de sus intereses, quitando al resto de ciudadanos la oportunidad de tener mejores hospitales, mejores colegios,... ¿Y qué hacer? Al final del documental se proponen algunas ideas: registros obligatorios, que las administraciones públicas no contraten con quien tenga su sede en un paraíso fiscal, reforzar el traspaso de información entre los países,... Pero, ¿quién se atreverá a luchar contra la mafia?



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