Las tres mayores revoluciones de la historia

Un título: Sapiens, de animales a dioses. Un autor: Yuval Noah Harari. Una palabra: brillante. Este libro repasa la historia de la humanidad de una manera breve pero precisa. El punto de vista escogido no es el arte, la economía, las guerras, las ideas,... sino todo a la vez. Es la historia de nuestra especie, el Homo Sapiens, al completo.

La primera revolución fue la revolución cognitiva, hace 70.000 años. Supuso la capacidad de tener un lenguaje. No fue el primer lenguaje (los monos, por ejemplo, se comunican), pero sí que fue y es el más flexible y el único que nos permite expresar ideas abstractas, lo que nos distingue del resto de las especies. Gracias a esta revolución, podemos conocernos y por tanto cooperar (de hecho, según la teoría del chismorreo, el lenguaje nos permite hablar de los miembros de nuestra comunidad y confiar en unos u otros). Esta habilidad para organizarnos y cooperar es lo que nos permitió imponernos. El Homo Sapiens consiguió dominar la Tierra, venciendo al resto de especies, incluido el resto de especies del género Homo (hay que recordar que tenemos hermanos: Neandertal, Homo Erectus, Homo Antecessor,... y al contrario de lo que se suele pensar, coexistimos, no nos sucedimos los unos a los otros, pero al final los Sapiens ganaron y el resto de especies desaparecieron). 


La segunda revolución fue la revolución agraria, hace 10.000 años. Pasamos del cazador-recolector al agricultor. El dominio de la agricultura trajo una importante novedad: el crecimiento de la población. Paralalemante se desarrollan las primeras aldeas y posteriormente las ciudades. Ahora más que nunca era necesario reforzar las redes de cooperación. Para ello surgen dos nuevas herramientas. Por un lado, la escritura (3500 a.C.) y los números, tan necesarios conforme hay que procesar más información en las ciudades. Por otro lado, los mitos o realidades imaginadas. Estos mitos son verdaderamente importantes, ya que a diferencia de otras especies, como las hormigas o las abejas, nuestro código genético no trae instrucciones que nos digan quién será profesor y quién ganadero. Necesitamos pues estas realidades imaginadas para poder cooperar. Los tres mitos más importantes fueron el dinero, los imperios y la religión. Gracias a ellos se produjo la unificación de la humanidad.

La tercera revolución fue la científica, hace 500 años. Dentro de esta, la Revolución Industrial es un episodio trascendental. Básicamente es una revolución energética. La Revolución Industrial pronto desencadenó en sobreproducción y debido a esta surgió la religión más eficaz: el consumismo. Hay cristianos que no van a misa, pero todos consumimos. A diferencia de las revoluciones anteriores, la Revolución Industrial sustituyó la familia y la comunidad local por el Estado y el mercado, cada uno con su respectiva realidad imaginada, la nación (ej: los alemanes) y la tribú de consumidores (ej: clientes de Apple). En dos siglos nos hemos convertido en individuos alienados.

Desgradaciadamente, cada una de estas tres grandes revoluciones ha venido acompañada de catástrofes ecológicas. La primera, cuando los cazadores-recolectores salieron de África y se extendieron por el planeta, destruyendo a su paso a los grandes animales que descubrían por considerarlos una amenaza, como ocurrió en Australia con los grandes canguros y en América. La segunda, la agricultura, supuso una modificación del paisaje importante (ej: talar bosques). Además, implicó e implica un gran sufrimiento para los animales domesticados. Por ejemplo, a las vacas se les quitaban sus terneros para que no "gastaran" la leche o a los cerdos se les cortaba la nariz para que no pudieran buscar alimentos y dependieran así de los humanos, dejándoles dolores de por vida. Un rinonceronte en peligro de extinción es más feliz que un ternero en una granja moderna. La tercera, esta vez, se está cargando los océanos debido a la contaminación. Como vemos, el Homo Sapiens destruye el planeta desde sus inicios, y sigue.

Para acabar buscamos algunas conclusiones sobre la sociedad moderna, aunque esto es igual de difícil que definir el color de un camaleón, porque estamos en cambio constante. Lo primero que hay que decir es que vivimos en un mundo en paz, aunque las noticias a veces nos hagan pensar lo contrario. La mayoría de la humanidad puede acostarse sin miedo. La probabilidad de morir en la guerra es menor que la probabilidad de suicidarse. ¿Cómo se ha llegado a este estado? Pues por un mix de razones: el miedo de la bomba atómica, el cambio cultural, la riqueza ya es intelectual luego no se puede apropiar mediante una ocupación (por eso las pocas guerras que quedan se concentran donde hay petróleo), el auge del comercio internacional hace que dependamos los unos de los otros,...

Una pregunta que los historiadores no suelen hacerse pero que es muy importante es si somos más felices. Sabemos que cayó tal o cual imperio, pero no cómo afecta eso a las personas. Hoy en día la felicidad se estudia con encuestas (ej: se pide que valore su felicidad a gente rica y pobre y se ve si hay una correlación). Sobre la felicidad hay varias teorías: que dependa de las expectativas, entenderla como tener un sentido en la vida, la felicidad como fruto de nuestro sistema bioquímico,... Pero aún es un campo por explorar.

Es un libro muy muy muy recomendable y un autor al que da gusto leer. Un análisis de lo que somos y por qué somos como somos. Un análisis de nuestra sociedad, cuyo orden  se fundamenta en mitos y por tanto pueden derrumbarse. Un análisis histórico que nos demuestra claramente por qué es tan importante conocer esta disciplina. La historia no se repite, pero rima.


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