Marujeando sobre los presupuestos de 2019

Un economista le explica a su cuñado cómo van los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019:

- ¿Al final tenemos ya presupuestos o no? Todos los días salen en las noticias que si se presentan, que si los rechazan, que si los catalanes quieren más dinero,…

- Pues mira, todavía no tenemos los Presupuestos Generales del Estado para 2019 aprobados. Ahora mismo los presupuestos vigentes son los de 2018, que se prorrogaron automáticamente.

- Ah bueno, entonces qué más da. Ya nos quedamos con esos.

- No hombre, no. Unos presupuestos aprobados son mejores que unos prorrogados. Los presupuestos hay que actualizarlos para que sean realistas a las nuevas condiciones económicas y para decidir en qué queremos gastar. Si no, puede que por ley nos tengamos que gastar el dinero en algo que no ya no queremos, o que no haya dinero para nuevas necesidades que hayan surgido.

- Vale, me has convencido. Pero entonces, ¿por qué no los aprueban ya? ¡No puede ser tan difícil!

- Pues… en realidad es un proceso bastante complejo. Mira, lo primero que hay que hacer es aprobar los objetivos de déficit público, deuda pública y techo de gasto (esto último es, para que nos entendamos, lo máximo que se puede gastar el Estado).

- ¿Y esa ya lo hemos hecho o tampoco?

- Sí pero no. El anterior gobierno de Rajoy fijó un objetivo de déficit para 2019 del 1,2% del PIB. La ministra de economía socialista, Calviño, negoció con Bruselas y consiguió que nos dieran un poquito más de aire, que el déficit pudiera ser del 1,8%, para que no hubiera que hacer tantos recortes.

- ¡Pues eso es fantástico!

- Se ve que para el PP y Ciudadanos no. El Congreso y el Senado tienen que aprobar ese cambio, pero ambos partidos se niegan. Pedro Sánchez podría conseguir el visto bueno del Congreso si convence a otros partidos, pero como en el Senado el PP tiene mayoría absoluta, no hay nada que hacer.

- Bueno así es la democracia, son las reglas del juego.

- Ya… pero es que las reglas del juego las cambió el PP para que le favorecieran. El Senado nunca tiene la última palabra en casi ninguna materia, el Congreso siempre puede levantar un veto del Senado, ya que esta es una cámara de segundo orden en realidad. Hasta que Rajoy lo cambió porque sabía que le beneficiaba.

- ¡Espera! Se me ha ocurrido una idea. ¿Por qué no cambia Pedro Sánchez esa norma que el PP modificó?

- Pues lo ha intentado. Primero intentó reformar la Ley de Estabilidad Presupuestaria (esa norma que el PP modificó para darle más poder al Senado) por la vía de urgencia, pero la Mesa del Congreso no consideró que fuera urgente. Así que se está tramitando por la vía ordinaria, pero PP y C’s no paran de prorrogar el plazo para presentar enmiendas una y otra vez para la ley no avance. Ante esto, el Gobierno introdujo una enmienda en otra ley que no tenía nada que ver para cambiarla más rápidamente. Pero de nuevo, PP y C’s tumbaron la enmienda.

- Entonces, por lo que me estás contando, las cosas siguen como estaban.

- Exacto. El Gobierno presentó sus objetivos de déficit, pero las Cortes no los aprobaron, así que ha tenido que hacer los Presupuestos, por más que le pese, para un objetivo de déficit del 1,2%. Es decir, unos presupuestos más restrictivos.

- ¿Y no es de tontos que siempre nos quejemos de que Europa nos asfixia, y ahora que nos da más margen no lo aprovechemos?

- Eso, querido amigo, tendrás que preguntárselo a PP y C’s.

- Mejor vamos a dejarlo. Pero bueno, ya entonces hay presupuestos, ¿verdad?

- Estamos en ello. El pasado viernes 11 de enero los aprobó el Consejo de Ministros y el lunes 14 los llevó al Congreso la ministra de Hacienda, Montero, junto a su equipo (por primera vez todas mujeres, una foto histórica).




- Bueno, parece que va avanzando la cosa. Pero tengo una pregunta. Al final nos hemos dedicado a hablar de argucias legales y tácticas políticas para poner zancadillas pero no hemos ido a lo importante, ¿esos presupuestos cómo nos afectan?

- ¡Aleluya! Pensaba que nunca me lo ibas a preguntar. El Gobierno vende sus presupuestos como "sociales". Habrá más dinero para becas, para la violencia de género, para la memoria histórica, se suben las pensiones y el sueldo de los funcionarios, se eliminan copagos, más I+D, aumenta el permiso de paternidad de 5 a 8 semanas,...

- Para, para. ¿¡Cómo van a financiar tanto gasto!?


- Esto es otra enterna polémica. Todos los gobiernos siempre prevén que van a recaudar muchísimo dinero (el papel lo aguanta todo). Este año por ejemplo ha habido mucha polémica con el IVA. No obstante, este Gobierno ha introducido nuevos impuestos que habrá que ver cómo funcionan, como el impuesto sobre las transacciones financieras y otros sobre los servicios digitales (para grandes compañías como Google).

- ¿Y será suficiente dinero? No sé, a mí la lista de cosas que me has dicho me parecía muy larga, y muy cara.

- Aquí de nuevo hay discrepancias. El Banco de España cree que el Gobierno ha sido demasiado optimista. Lo mismo piensa la AIREF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, un organismo que se encarga de estos temas también). Déjame decirte dos cosas de todos modos. Primero, estos organismos tienen un largo historial de equivocaciones. Segundo, ambos reconocen que el déficit será menor con presupuestos que sin ellos. Desde Bruselas tampoco se fían de que vayamos a recaudar tanto como decimos. Al final, yo creo que la virtud está en el término medio: ni nos irá tan bien como dicen los presupuestos ni tan mal como opinan estos expertos.

- El tiempo dirá. Mientras tanto, ¿qué hay de lo mío? Hablando en plata, ¿me van a subir los impuestos o no?

- Efectivamente, el Gobierno va a subir el IRPF y el Impuesto de Sociedades...

- ¡Otra vez! Siempre pagamos los mismos, la clase media.

- Espera. Casi toda la nueva carga fiscal recae sobre los más pudientes (como debería ser). Se sube el IRPF para los que ganen más de 130.000€, el IS para los grupos de sociedades (se baja para las pymes), se baja el IVA de compresas y tampones,... La excepción sería el impuesto sobre el diésel, pero eso es otro tema (medio ambiente, si bien los intereses recaudatorios existen también).

- Oye, pues tal y como me los estás pintando, parece que los presupuestos que quiere aprobar Sánchez sean la panacea.

- A ver, tampoco he dicho eso. Apenas ha habido avances en ayuda exterior o en la transición ecológica, por ejemplo. Por otro lado, los canarios se sienten perjudicados. Desde C's creen que estos presupuestos vienen de Waterloo (en alusión a que han sido negociados con los catalanes - es cierto que aumenta el gasto del Estado en Cataluña). Como siempre, son mejorables. Pero como decía al principio, más vale algo que nada.

- Si tú lo dices... La cuestión es que los presupuestos ya están en el Congreso, pero supongo que ahora los partidos políticos tendrán que negociar.


- Exacto. La peculiaridad es que el gobierno de Sánchez está en clara minoría parlamentaria. Nos tenemos que acostumbrar a la nueva situación política, donde dialogar y negociar es más importante que nunca. Por un lado, PP y C's se oponen frontalmente, aunque el PP propuso algunas medidas muy similares a las que se pretenden aprobar ahora (aquí y aquí varios ejemplos). Pero ojo, esto es lo normal. Están en la oposición y es el papel que les corresponde.

- ¡Pero si antes habías criticado al PP y C's!


- No nos confudamos. Antes critiqué que exijan más recortes que Bruselas por no aceptar el nuevo objetivo de déficit o que hagan manipulaciones de los reglamentos para retrasar las leyes que no les gusten. Distinto es la votación de los presupuestos. Cuando gobernaba el PP, el PSOE tampoco apoyaba sus presupuestos. Es la labor del partido que gobierna buscar apoyos.

- Y si el PP y C's no apoyan al PSOE, ¿dan los números?

- Ya los dieron para la moción de censura de Rajoy. Podemos previsiblemente los apoyará (aunque ha hay tensiones, sobre todo con el tema de regular el precio de los alquileres), también el PNV. Quienes se resisten ahora son los catalanes (a quienes supuestamente Podemos les ofreció la cabeza de Borrell). Recordemos que los presupuestos coinciden con el juicio a los presos catalanes, que empieza hoy también. Así que los partidos catalanes están vendiendo caro su voto a favor, exigiendo "gestos" en Cataluña. Los socialistas precisamente le piden a los partidos catalanes que no mezclen una cosa con la otra. Insisto, habrá que ver cómo negocia Sánchez.



- ¿Y qué pasa si al final no consigue apoyos suficientes?

- Técnicamente, no pasa nada. Los presupuestos de 2018 seguirían prorrogados. En España no veríamos como sí pasa en EEUU que se cierra la Administración y los empleados públicos dejan de cobran. Pero sí que habría importantes repercusiones políticas. Parece que si no se aprueban los presupuestos, habría elecciones (ayer Sánchez anunció que baraja el 14 de abril como fecha para colocar las urnas para presionar a los partidos catalanes). Hay que tener en cuenta que los presupuestos son una ley fundamental para que un gobierno pueda tomar medidas. Si no tiene apoyos, normalmente suele irse. De momento, toca esperar. Hoy por la mañana comienza el debate de los presupuestos en el Congreso. Primero se debaten las enmiendas a la totalidad. Si alguna prospera, los presupuestos se tumbarán. Si no, todavía queda alguna esperanza.

- Seguro que Pedro Sánchez ha marcado estas fechas en rojo en su calendario. Pobrecito qué de dolores de cabeza le estamos dando...



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