La (Des)Unión Europea (segunda parte)


Esta entrada en la continuación de la primera parte, que puedes leer aquí. En ella explicamos qué había hecho la Unión Europea hasta la fecha y otras cosas que se podrían hacer. En esta segunda parte, valoramos la actuación en su conjunto: ¿es suficiente lo que se ha hecho? Y sobre todo, ¿está bien hecho lo que se ha hecho?

¿Son suficientes las medidas?

Por su parte, la Unión Europea se defiende diciendo que ya se ha hecho bastante. Que está el MEDE y que se han levantado las limitaciones del déficit.  Pero precisamente por eso, porque ya se ha hecho bastante (daño), hay que hacer otras cosas. 

El artículo 136.3 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea impone que las ayudas financieras que se concedan a través del MEDE estarán sujetas a "condiciones estrictas" (Urbán y Donaire, 2020). Por mucho que nos digan que nos dan dinero gratis, no lo será. Ya tuvimos bastantes hombres de negro. Además, las ayudas del MEDE son solo para los gastos sanitarios. ¿Y para las ayudas a las familias? ¿Y para la caída de los impuestos? ¿Eso no hay que pagarlo?

En cuanto a las limitaciones de déficit, igual que se han levantado, se vuelven a poner. La deuda va a crecer mucho, pero mucho. ¿Qué haremos cuando dentro de unos meses otra vez nos den la lata con el déficit? ¿Queremos otra vez recortes en sanidad, en educación, en ciencia, subidas de IVA,…? Por ejemplo, “¿qué ocurrirá si, después de unos meses, la economía italiana sigue muy débil y algunos bancos comienzan a flaquear, y la prima de riesgo italiana se dispara, contagiando a otros países? ¿Les suena el escenario? ¿De qué nos servirá entonces que se haya “autorizado” el déficit adicional?” (Feás, 2020)

Las ayudas del Banco Central Europeo se acabarán algún día y entonces se abrirá la veda para especular con la deuda pública. ¿Otra vez todos los días almorzando con nuestra prima (de riesgo) en el telediario?

 

¿Es inteligente la postura de la Unión Europea?


En su obra Allegro ma non troppo, Cipolla definía la estupidez como hacer daño a los demás haciéndote daño a ti mismo. Esto es exactamente lo que estamos viendo en la Unión Europea.





Desde un punto de vista económico, los países más azotados por el coronavirus quedarán “tocados” financieramente. Esto deja las puertas abiertas para que en la próxima crisis haya un shock asimétrico y el proyecto europeo se dinamite. Así ocurrió en la última crisis, cuando los países del sur de Europa fueron yendo a pique uno tras otro porque sus finanzas públicas se deterioraron. Pero esto no solo afecta a España o a Italia, sino que también afecta a Alemania o a Holanda. ¿Dónde va a exportar Alemania sus coches si los españoles no pueden comprárselos? ¿Qué dinero van blanquear en Holanda si las empresas europeas cierran?

Desde un punto de vista político, la falta de voluntad de la UE genera desafección (más si cabe) de los ciudadanos al proyecto europeo y algún día llegará una gota que colme el vaso. A los países del norte les perjudicaría enormemente que la UE desapareciera o se reformara severamente, ya que su modelo de crecimiento se basa en exprimir a los países de la periferia.

Por tanto, concluimos que tanto económica como políticamente el comportamiento de la Unión Europea es estúpido.

Conclusión


Europa debería ser como una comunidad de vecinos. Hay países más arriba (como Alemania u Holanda) y otros más abajo (como España o Grecia). Hay países que dan a un lado (países del Este) y otros cuya fachada da al lado contrario (Portugal). Si el ascensor se estropea, se arregla entre todos, da igual que algún vecino prefiera subir y bajas por las escaleras. Eso es una comunidad de vecinos. ¿Hay comunidad en la (Des)Unión Europea?




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