Soluciones al coronavirus (primera parte)
Vaya por delante que lo primero que hay que salvar son las personas. Luego,
la economía. Pero mientras que los epidemiólogos nos dicen qué hacer, ¿qué
podemos decir los economistas sobre cómo recuperarnos de esta crisis?
Responderemos a esta pregunta en tres partes:
- En esta primera entrada, realizaremos el diagnóstico: ¿qué es lo que tenemos que curar?
- En la segunda, una vez que sepamos el objetivo, discutiremos qué medidas tomar para conseguirlo.
- En la tercera y última, acabaremos explicando cómo pagar este paquete de ayuda.
Vamos al lío que el paciente nos espera en la camilla.
¿Cómo ha afectado el Covid-19 a la economía?
Antes de hablar de la medicina, hay que diagnosticar. Pues bien, el
coronavirus ha afectado a la economía doblemente.
Por un lado, se ha producido un shock de oferta: los trabajadores son
enviados a sus casas, las cadenas de valor globales se detienen, las empresas
tienen que cerrar por decreto,… Lógicamente, la producción cae. Muchos
rememoran las situaciones de guerras. De hecho, el exministro Luis
de Guindos alertaba de que España afronta la peor crisis desde la Guerra
Civil. No obstante, hay una diferencia con las guerras. En los conflictos
bélicos, la maquinaria productiva va a toda máquina. Distinto es que se
reorienta la capacidad productiva hacia el material bélico, pero producir, se
produce más que nunca. Es justo lo contrario de lo que pasa ahora mismo.
Por otro lado, un shock de demanda: no podemos salir a comprar, los
trabajadores van al paro, hay incertidumbre (¿quién puede organizar unas
vacaciones ahora mismo?).
Por tanto, hay dos tareas: solucionar tanto el shock de oferta como el de
demanda.
¿Qué queremos conseguir?
Como dije al principio, salvar vidas. Una vez hecho eso, a lo que nos
estamos refiriendo aquí es a la actividad económica. El objetivo es que una vez
que la situación amaine, podamos volver a la normalidad. Y eso, nos guste más o
menos (ya habrá tiempo de cambiarlo) ahora mismo significa volver a consumir,
volver a comprar, que el dinero vuelva a circular,… Es decir, hay que tomar
medidas para que cuando el coronavirus nos dé un respiro la economía esté en
condiciones de despertar.
Para conseguir dicho objetivo, nos será de gran ayuda la siguiente
identidad (como identidad matemática, se ha de verificar necesariamente, no hay
discusión ni ideología en esta expresión):
Y ≡ C
+ I +
G + XN
Esta fórmula significa que la producción es la suma de lo que se consume,
más lo que invierten las empresas, más lo que gasta el Sector público más lo
que exportamos al exterior. Dejemos de lado de momento las exportaciones, porque
la crisis es global y no podemos depender ahora mismo de que lo que nos compren
desde fuera (de hecho España va a sufrir mucho por perder los ingresos del
turismo). Lo que nos queda entonces es consumo (C), inversión (I) y gasto
público (G). El consumo caerá, por el shock de demanda que hemos explicado
arriba. La inversión caerá por el shock de oferta. ¿Qué nos queda? Que si
queremos estimular la economía y eso en nuestro sistema económico significa que
aumente la producción (Y), solo nos queda el gasto público. Traducido, ha de
ser el Sector Público quien asuma el papel de tirar del carro en esta
circunstancia excepcional, ya que el resto de los agentes económicos (consumidores, empresas y sector exterior)
están impedidos en estas circunstancias.
Luego ya sabemos nuestro destino, ahora nos falta qué camino seguir. Eso lo
explico en la segunda parte, disponible pulsando aquí.
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